Monday, May 26, 2014

Se acabó la penitencia!!!

Cada vez que entraba a su estancia me miraban, unas veces de reojo, otras con recelo, otras con rabia. Los había abandonado cuatro años antes, mis camisas que tantas veces me acompañaron y ahora si las usaba se salían los botones y mis pantalones, muchos, que un día el botón de cierre ya no quiso entrar en su ojal... allí estaban, colgados, viéndome cada vez que entraba al closet.
En el camino ademas de abandonarlos, les fui ligeramente infiel, me permití comprar un par de pantalones de una talla mas grande, solo un par de diario y un jean; solo tres, esa fue mi penitencia por el abandono que les hice.
Pasaban los años, varios intentos por acercarmeles, volver a sentirlos sobre mi, pero todos terminaban en lo mismo... no perdía peso ni bajaba de talla. La ansiedad, la falta de fortaleza para cambiar el curso, las escusas siempre podían mas que mi deseo de regresa a ser como era.
Cuantas veces al no soportar la vista de esos pantalones y camisas que me recordaban el abandono de mi mismo, de mi autoestima, quise meterlos en una bolsa y regalarlos a los pobres. Comenzaba el proceso de selección y con cada pieza venían a mi mente recuerdos donde ellas me acompañaban y súbitamente me detenía y me decía "algún día lograras regresar a ser como eras", una talla menos, mas autoestima, mas control de tu destino.

Hasta que un día de Mayo de regreso de mi caminata habitual salgo de la ducha, me subo a la pesa y veo un numero que no veía desde hace cuatro años! ¿Como lo logré? No me lo creía, entré al closet a buscar que ponerme, y los veo a todos mirándome fijamente, retándome. Tomo un pantalón emblemático, y logro ponérmelo y abotonarme sin pasar por la clásica aspiración estomacal. No sabia que sentir, súbitamente sentí el alivio del final de mi penitencia, volvía a poder usar mis camisas y pantalones que durmieron un largo letargo. 
¿Era de nuevo yo? 
Me puse varios pantalones y camisas que sacaba del letargo, me veía en el espejo saboreando mi logro, pero me sentía distinto.
La ropa se veía igual pero yo no era el del pasado, las aventuras y desventuras que llenaron mis cuatro años me habían cambiado, era otro yo.
Hoy sigo caminando, retándome, alcanzando nuevos pequeños hitos, eso si: siempre acompañado de mis pantalones talla 38.










7 comments:

  1. Bello y alentador mensaje, además de estar escrito con mucha elocuencia ,mil gracias por compartir ! Y felicitaciones por ese logro: -)

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  2. Caro fratello mio, auguri! Qué diré yo que mi cinturita era 59 hasta el '92...después que papi murió he sufrido las mismas penurias con la ropita del closet que termino regalando pero como dices tú, hay piezas emblemáticas que volveré a usar! Aún no me atrevo a subirme a la pesa pero ya comienzo a desdibujar a la gordita! Eso sí te cambio las caminatas por espacios con música estridente, llenos de gente y un tirano por entrenador. Dos horas diarias algo harán...espero! Ya veremos cómo nos "veremos" en Julio ;-) Keep Walking*

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  3. Muy bien Guido. Entiendo muy bien tu relación con unos pantalones que siempre "calzan". Vivo la misma relación con los mios, lo viejos mios que aún no termino de poder abrochar. Me hace falta más caminar o mas pedalear. Rehacer el Camino de Santiago puede ser la respuesta. Veremos.

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  4. Corrijo: que no siempre "calzan"

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  5. Good job!!!!!!!!!!!!!! Keep it up!

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  6. Bravo......bravissimoooooooooo........el encontrar el tiempo para ocuparnos de nosotros mismos es algo QUE VALE ORO en la agitadisima vida de hoy,.......asi que escucha a tu cuerpo.......cuidalo,........y siente la satisfaccion de esos pequeños pero enormes al mismo tiempo TRIUNFOS....que nos hacen seguir en el sano caminar de esta nuestra vida en este universo....Keep Walking...(.diria tu papa, con un trago de maalox antes de ir para cualquier fiesta,recuerdas.?...jaja...yo si)Abrazos!!!!

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